“Cree en ti, pero no con una fe ciega, sino con un plan de negocios sólido”
Tan importante es la actitud como la aptitud para el éxito de un negocio. Una actitud de asumir riesgos, de retarse, de hacer suyos valores como el compromiso, la constancia y el esfuerzo. Y creer en tu proyecto y en ti, pero no con fe ciega, sino con un plan SÓLIDO, una estrategia clara.
Antes de poner en marcha un proyecto, me atrevo a hacer un listado de aptitudes y actitudes sobre las que debes reflexionar antes de poner en marcha ningún proyecto.
1- Pierde el miedo al fracaso.
No temas en absoluto que tu idea no funciones, que un cliente te diga que no, que los pasos que des no tengan el resultado que tú quieres. Abre tu mente a hacer ajustes en el camino. Bajo ningún concepto tu atrevimiento te lleve a ser insensato y te juegues una inversión (tanto de dinero propio como ajeno) que te lleve a la quiebra financiera y emocional.
2- Fórmate en materia empresarial.
Sobre todo en finanzas para tener unos conocimientos básicos. ¿Cómo son las cuentas de una empresa? ¿En qué necesito invertir? ¿qué significa deducible? ¿qué, cuándo y porqué pago a hacienda y a la seguridad social? ¿cómo se calcula el objetivo de facturación y qué es el punto de equilibrio de mi empresa? ¿Porqué en mi banco hay unos euros y en el papel de hacienda dice otra cosa?.
3- Maneja habitualmente el concepto “viabilidad”.
Entiende que para que tu empresa sea “viable” (su resultado sea positivo tras pagar sueldos e impuestos incluidos) no es sólo por apostar por negocios online, porque a veces la viabilidad se da por diferenciarse geográficamente, por ejemplo ofrecer en tu zona algo que está funcionando en otras. O al menos, se puede empezar por ahí.
4- Mira, al principio todo es “incertidumbre” hasta tu propia capacidad de sacar el proyecto adelante.
Sin embargo, vívelo como un reto, un yo puedo y encontraré el mejor camino. No trates de aprender todo ensayo error, que las caidas duelen, tampoco desfallezcas antes las primeras piedras en el camino.
5- ¡Busca apoyo! Los negocios en solitario caen en tristeza.
No te quedes en casa en tu propia movida y con tu ordenador. Eso mola mucho para la historia de Steve Jobs, pero el día a día de muchos emprendedores no es ese. Yo soy partidaria de pagar por formación y por servicios. Así yo puedo elegir a quíén quiero y no conformarme con lo “gratis”. Lo gratis me ha salido muy caro muchas veces. Pero sí es cierto, que hay una gran red de apoyo que te va a ayudar en la primera orientación….. que ¡ojo! no es ser autónomo el primer paso, ni diseñar la web.
6- Habla con otros emprendedores como tú.
Los emprendedores somos muy pesados y hablamos mucho de nuestro proyecto y de lo que vamos aprendiendo. Pero si esto lo hablas con alguien que no entiende nada, te quedas sin amigos. Separa a tus amigos a un lado, y tus “compañeros” en otro. Ser emprendedor es una forma distinta de estar en el mundo. Es una forma de estar buscando la oportunidad.
7- ¿Cuánto necesitas invertir en un proyecto?
Siempre hay que invertir, tanto dinero como tiempo. Cada mes que no estás facturando es un coste para tu vida. Porque si tú no lo haces, tendrías que contratar a otra persona que lo haga por ti y tendrías que pagarle.
Fija un límite. Asesorate y limita tus gastos, de lo contrario tu idea costará tanto como estés dispuesto a invertir.
8- “Satisfacción al cliente máximo”
Sitúa al centro de tu idea al cliente: “cómo mejora su vida tu producto/empresa”. Entiende que todo lo que haces es para y por él. Y por favor, no olvides tu ética, hagamos entre todos un mundo mejor.
9- Abre tu mentalidad y cierra tu ignorancia.
Apóyate en lo que no sabes en alguien que te complemente, no en alguien igual que te diga a todo que muy bien. Eso no te ayudará a crecer.
10- Elabora un modelo de negocio claro, un plan viable y con tus recursos. Hazte fácil el camino. Cuando uno sabe los pasos a dar, los da sin preguntar.
