Cómo alcanzar Objetivos que nos hagan Vivir con Ilusión
Un día alguien me dijo:
Si echas la vista atrás en tu vida, irás atando el porqué ha ido sucediendo todo. Comprobarás que tu situación actual es el resultado de tus decisiones pasadas, y que nada ha sido fruto de la ‘casualidad’.
Miré al pasado y entendí, que hay circunstancias ajenas a mi, pero sí que yo tomé decisiones al respecto que son las que hoy me hacen estar donde estoy. Desde entonces, elegí vivir desde la responsabilidad, ser consciente de mis decisiones y aprender día a día, para alejarme del victimismo y de quienes viven en él, para descubrir que podía tomar decisiones consciente para cambiar el rumbo de mi vida.
Ser dueño de mi alma y capitán de mi destino.
Una de las mejores propuestas que aprendí, es la que hoy quiero compartir con vosotros. No dejes que pase el próximo año para echar la vista atrás y ver qué ha ocurrido. Te propongo que hoy tomemos consciencia del rumbo que queremos que tenga nuestra vida el próximo año. Tomar consciencia de qué sueños queremos conseguir y siempre hemos abandonado con ‘excusas’ de cosas más importantes.
Pero, ¿Qué hay más importante que tener una vida que te haga vibrar día a día?
Objetivos con Propósito
Estoy rodeada de maravillosos emprendedores soñadores. Son esas personas que quieren cambiar su vida. Descubrir que podemos ser más felices de lo que es nuestro día, de lo que nos han enseñado y hemos aprendido, es nuestro alimento día a día cambiar nuestra vida, y SOÑAR, VIBRAR y VIVIR llenos de ENERGIA y AMOR.
La vida está llena de altibajos, de días que puedes con todo, y días que te cuestionas hasta el sonido del timbre de tu casa. Cuando esto ocurre, y esto es tan fuerte que te hace abandonar tu sueño, es porque realmente no tiene PROPÓSITO para ti. Puede que te hayas agarrado a una ilusión, dejando tu felicidad en algo externo. Sin embargo, las cosas funcionan al revés. Eres tú quién tienes que agarrar un propósito para hacerte feliz a ti y al mundo.
El hombre más rico de España, Amancio Ortega, fundador de Zara, ya sabes, una empresa de éxito, y lee lo que nos dice:
NO VALE LA PENA SER EMPRESARIO PARA SER RICO
Cuando el dinero se convierte en el fin y no en medio, es fácil que una empresa antes o después, haga aguas y se venga abajo.
Y, porqué? Porque ninguna biografía ni en lo personal, ni en lo profesional, ni en la empresarial es una línea recta. En todo negocio acaban apareciendo dificultades, problemas, adversidades e inconvenientes. En estos momentos, cuando todo tiembla alrededor, aparecen muchas dudas, y si uno no tiene convicciones fuertes y profundas, algo por lo que merezca la pena luchar, un sentido que le mantenga a flote, es fácil desistir.
A la hora de emprender un negocio es importante que exista una fuerte sintonía entre lo que uno siente y lo que uno hace, es decir, que uno desarrolle algo con lo que se sienta plenamente identificado. Los negocios siempre deben tener beneficios, pero los beneficios deben tener un propósito.
>
¿Te apetece saber cómo encontrar tu propósito para el próximo año?
Entrando en materia, lo primero es saber que hay una gran diferencia entre OBJETIVOS con PROPÓSITO, y LISTADO DE COSAS POR HACER.
Se distinguen muy fácil. Un propósito te hace saltar de la cama, te hace vibrar, te hace realmente feliz. Son elecciones que tú haces para mejorar tu vida. Un listado de cosas por hacer, puede dar hasta pereza pensar en hacerlo, son aquellas que anotas que ‘tienes’ que hacer que no te gustan nada.
Los objetivos te hacen avanzar en la vida. Las cosas por hacer, te liberan la mente.
SI NO SABES DONDE VAS, ACABARÁS EN CUALQUIER PARTE.
Laurence Jhonson PETER.
Puede que hasta hoy tu vida haya sido así, y cada año te hayas hecho propósitos que no eran más que el listado de cosas por hacer: Hacer dieta, ir de vacaciones, limpiar el armario, etc….Hoy es el momento de cambiarlo. Está en tu mano ser RESPONSABLE contigo mismo.
1º Elige tus objetivos.
Los objetivos están en tu corazón, son aquellos deseos que te llenan el alma. Es importante que estés tranquio, relajado, en silencio y te dediques a ti un tiempo sin interrupciones para pensar en tus más profundos deseos. Una vez que venga a tu mente un objetivo, pásalo por el siguiente filtro:
-
¿Qué quiero? Subir al Everest
-
¿Cómo lo quiero recibir? Quiero ir bien equipado, con un grupo de expertos y bien preparado para hacerlo y disfrutarlo.
No dejes al azar cómo recibirlo, no sea que subas en sandalias, hecho polvo y agotado.
-
¿Para qué? Tu objetivo será potente cuanta más utilidad tenga, no sólo para ti, sino para el mundo, para todas las personas que te rodean.
Si subir al Everest sólo tiene relación contigo, o quieres hacerlo para inspirar a tus hijos, a tu padre, a tus amigos….
-
¿Qué propósito tiene? Te va a hacer más feliz?
Si subir al Everest no te hace feliz, sino que se trata de un sacrificio en tu vida para demostrar algo, entonces, no es el objetivo que buscamos.
2 comentarios
Me ha encantado este post. Son cosas tan evidentes que todos sabemos… pero necesitamos que alguien de vez en cuando nos las recuerde, para hacernos volver a saltar esa chispa y volver a vibrar con más ganas y fuerza. Gracias, por más gente como tú.
¡Gracias Andrea! Me encanta tu comentario. ¡Qué alegría!
Un abrazo y feliz día.